El gobierno de Colombia ha abierto una campaña totalmente armada contra las Fuerzas armadas Revolucionarias de país. según sus vocero principales, se tarta de la desintegración del grupo armado en el territorio colombiano, pero la estrategia utilizada esta afectando a todas las regiones con la que limita el país, e incluso a otros países retirados de las fronteras colombiana.
Para recordar un poco el daño que causa a las regiones vecinas este tipo de acciones, tenemos; el conflicto generado entre Colombia y Ecuador por la invasión de las tropas colombianas a territorio ecuatoriano, con el objetivo de bombardear un campamento de las FARC. Acción que no justifica la invasión, ya que cada gobierno cuenta con ejercito totalmente capacitado para combatir este tipo de irregulares, y con una estrategia conjunta con el gobierno de Rafael correa se hubiese logrado lo que se buscaba, que era la captura de Raúl Reyes 2ª al mando de las FARC.
Ahora bien. Mirando con suspicacia las acciones del gobierno de Uribe, nos hacemos preguntas ¿Por qué Raúl Reyes? Y la respuesta mas precisa que tenemos es que se trataba de la persona cuya tarea dentro del grupo irregular fue, la de establecer contactos con distintos gobiernos de América latina con vista al acuerdo de paz y a la entrega bilateral de los secuestrados y “presos políticos”. Acción totalmente opuesta a los presuntos intereses de la casa de Nariño.
Muchos analistas hablan que se trata de un “proceso para conseguir la paz que no se desea” ya que el dinero otorgado por Washington para el denominado Plan Colombia que no es un secreto para nadie, y a la ves creemos que le gobierno se lucra de dichos ingresos, por lo que no les conviene llegar a un cese el fuego con dichos grupos irregulares.
Por otro lado tenemos una cantidad casi incontable de colombianos desplazados a otras regiones por el conflicto armado de su país. En Venezuela tenemos un gran número de estos desplazados que si se puede decir, no son más que una carga para el país, agraviando problemas como los son: la falta de empleo, la falta de vivienda, la crisis alimentaria y la inseguridad debido a desplazados dispuestos a hacer lo que sea por sobrevivir en un país en paz. Este tipo de problemas no lo podemos ver de un país como Brasil, el cual se puede decir que es uno de los países con vías aceleradas al desarrollo y sin ningún tipo de guerra, en donde sus habitantes la única preocupación con la que viven, es con la que comúnmente contamos en todas las regiones de Latinoamérica.
Para argumentar un poco mas el porque decimos “la paz que no se desea”, les voy a hablar de propuestas planteadas por países afectados, debido al conflicto interno de Colombia; tenemos que, se habla de una zona de despeje donde se puedan entregar de forma segura algunas personas que se encuentran en cautiverio, una liberación bilateral de rehenes y “presos políticos” perteneciente a las filas de las FARC, formar una mesa de dialogo entre las partes con participación internacional, que se les reconozca a las FARC como fuerza de beligerancia política; cosa que comparándola con acuerdo de paz no tiene ningún problema. Y nos damos cuenta que ninguno de estos pasos que se ven tan sencillos le parece atractivo al señor ALVARO URIBE.
Para recordar un poco el daño que causa a las regiones vecinas este tipo de acciones, tenemos; el conflicto generado entre Colombia y Ecuador por la invasión de las tropas colombianas a territorio ecuatoriano, con el objetivo de bombardear un campamento de las FARC. Acción que no justifica la invasión, ya que cada gobierno cuenta con ejercito totalmente capacitado para combatir este tipo de irregulares, y con una estrategia conjunta con el gobierno de Rafael correa se hubiese logrado lo que se buscaba, que era la captura de Raúl Reyes 2ª al mando de las FARC.
Ahora bien. Mirando con suspicacia las acciones del gobierno de Uribe, nos hacemos preguntas ¿Por qué Raúl Reyes? Y la respuesta mas precisa que tenemos es que se trataba de la persona cuya tarea dentro del grupo irregular fue, la de establecer contactos con distintos gobiernos de América latina con vista al acuerdo de paz y a la entrega bilateral de los secuestrados y “presos políticos”. Acción totalmente opuesta a los presuntos intereses de la casa de Nariño.
Muchos analistas hablan que se trata de un “proceso para conseguir la paz que no se desea” ya que el dinero otorgado por Washington para el denominado Plan Colombia que no es un secreto para nadie, y a la ves creemos que le gobierno se lucra de dichos ingresos, por lo que no les conviene llegar a un cese el fuego con dichos grupos irregulares.
Por otro lado tenemos una cantidad casi incontable de colombianos desplazados a otras regiones por el conflicto armado de su país. En Venezuela tenemos un gran número de estos desplazados que si se puede decir, no son más que una carga para el país, agraviando problemas como los son: la falta de empleo, la falta de vivienda, la crisis alimentaria y la inseguridad debido a desplazados dispuestos a hacer lo que sea por sobrevivir en un país en paz. Este tipo de problemas no lo podemos ver de un país como Brasil, el cual se puede decir que es uno de los países con vías aceleradas al desarrollo y sin ningún tipo de guerra, en donde sus habitantes la única preocupación con la que viven, es con la que comúnmente contamos en todas las regiones de Latinoamérica.
Para argumentar un poco mas el porque decimos “la paz que no se desea”, les voy a hablar de propuestas planteadas por países afectados, debido al conflicto interno de Colombia; tenemos que, se habla de una zona de despeje donde se puedan entregar de forma segura algunas personas que se encuentran en cautiverio, una liberación bilateral de rehenes y “presos políticos” perteneciente a las filas de las FARC, formar una mesa de dialogo entre las partes con participación internacional, que se les reconozca a las FARC como fuerza de beligerancia política; cosa que comparándola con acuerdo de paz no tiene ningún problema. Y nos damos cuenta que ninguno de estos pasos que se ven tan sencillos le parece atractivo al señor ALVARO URIBE.
